Es realmente triste ver la devastación causada por la tala ilegal de árboles centenarios. Los habitantes de la zona están preocupados por el daño que estas actividades criminales están causando a los bosques y al medio ambiente en general.
Claramente, esto genera una sensación de desaliento, como menciona una mujer que ha experimentado el crecimiento cerca del bosque.
“Nosotros como habitantes de aquí de la comunidad nos sentimos desesperados, que nos tomen en cuenta. Que nos hagan caso, porque ya son muchos árboles”.
“La corteza misma tiene 99 anillos, si tomamos en cuenta que le lleva unos cuatro o cinco años crecer hasta la altura donde tomaron la rodaja, sumando 99 más 4… este árbol tenía al menos 103 o 105 años”.
Compartieron los habitante de Topilejo de manera anónima.
Estos imponentes y frondosos árboles habían logrado sobrevivir a casi todo, menos a la amenaza de los talamontes.
Además, podemos observar registros de eventos pasados, como un incendio intenso ocurrido hace unos 20 o 25 años, cuyas marcas quedaron impresas en anillos carbonizados.
Para verificar la edad de los árboles que aún permanecen en pie, y que siguen produciendo oxígeno, también se utiliza una barrena forestal, una herramienta especial que perfora sin dañarlos.
A pesar de la edad de los árboles, en Topilejo, la tala ya ha dañado 905 hectáreas.
Muchas veces, los talamontes cortan los árboles, como lo hicieron con un pino enorme, los dividen y solo se llevan una porción de la madera. Después de matar un árbol, dejan sus restos abandonados en lo profundo del bosque.
Estos bosques, que han sido testigos de generaciones enteras, ahora muestran claramente los estragos de la devastación.
“Esto ya viene de generaciones atrás, prácticamente a lo mejor y hasta lo sembraron nuestros tatarabuelos”.
Concluyo así un habitante de Topilejo.