El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las comparaciones entre el proceso interno de Morena y el de la oposición, así como a las insinuaciones de que el proceso está siendo diseñado para que Claudia Sheinbaum sea la candidata. En su respuesta, reiteró que no está ejerciendo influencia, que mantiene coherencia en sus discursos y no actúa de manera hipócrita. Asimismo, subrayó que en este movimiento político el uso del “dedazo” ha quedado en el pasado.
Al denunciar la selección interna del Frente Amplio por México como un acto de simulación, farsa y comedia, el presidente López Obrador rechazó las afirmaciones de que Morena esté involucrado en acuerdos similares. Esto ocurrió después de que el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, anunciara que se unirían a la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, abandonando a la priista Beatriz Paredes.
Cuando se le cuestionó directamente acerca de las acusaciones realizadas por el ex canciller Marcelo Ebrard, en las que se mencionaban acarreos y una posible intervención de la Secretaría del Bienestar en apoyo a Claudia Sheinbaum, además de criticar el inicio de la encuesta desde el principio sin mencionar nombres, el presidente López Obrador reveló que hubo descontento en el momento en que dejó en claro que la candidatura presidencial debería decidirse sin su influencia directa.
“No, no, no, aquí no hay dedazo yo no voy y no estoy influyendo, no tengo doble discurso porque soy hipócrita, por eso somos distintos, por eso no han podido con nosotros, si fuésemos iguales que ellos yo no estaría aquí.
“Cuando dijimos ‘no hay dedazo, va a ser la gente la que va a decidir en una encuesta’, decían ‘ah, pero una señal’, porque todavía, hasta los más cercanos ‘¿cómo? Si tan fácil que es tú nos digas quién conviene más’, no, el pueblo debe decidir y tenemos que acostumbrarnos a eso”.
El presidente reafirmó su posición al afirmar que el proceso interno de Morena seguirá siendo democrático, y subrayó que no permitirá que unos pocos tomen decisiones exclusivas. Hizo hincapié en que lo fundamental es que la posición presidencial no sea controlada por aquellos que lo colocan en el cargo, sino que esté en manos del pueblo.
“Porque cuando los imponen los de arriba, pues van a estar al servicio de los de arriba, de los que impusieron al presidente, es un empleado. Por eso lo mejor es la democracia, siempre”.
López Obrador también recordó cómo en el 2012, Marcelo Ebrard demostró responsabilidad al reconocer que no lideraba las encuestas y, a pesar de las presiones, se unió al proyecto.
“Cuando con Marcelo veíamos quién iba a ser candidato, Marcelo aceptó, se portó muy bien y se echaron a andar las encuestas, los que no me querían deseaban que ganara Marcelo, ¡muy bueno Marcelo!
“Y Marcelo se portó a la altura, aunque lo estuvieron sonsacando, se puso cera en los oídos para no escuchar el canto de las sirenas y ahora cito está haciendo lo mismo a favor de quién quedó con encuestas”.
Concluyo así, sobre este tema.