Con 448 votos a favor y solo cuatro en contra, Marcela Guerra, del PRI, fue elegida como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para el tercer año de la actual legislatura en San Lázaro. Después de asumir el cargo, la diputada de Nuevo León se comprometió a actuar con imparcialidad y respeto a la diversidad de opiniones.
Por otro lado, Ana Lilia Rivera, miembro de Morena, fue seleccionada como presidenta del Senado. Desde la tribuna, la senadora morenista prometió desempeñar su cargo de manera respetuosa, imparcial, honesta y transparente.
Marcela Guerra declaró oficialmente inaugurada la Cámara de Diputados para comenzar su nuevo periodo ordinario de sesiones y recibir el Quinto Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que será entregado por la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
Según un acuerdo entre los líderes parlamentarios en San Lázaro y el Senado, la secretaria de Gobernación presentará el informe presidencial en el Salón de Plenos y pronunciará un mensaje de hasta tres minutos desde la tribuna parlamentaria. Luego, la diputada presidenta Marcela Guerra dará una respuesta institucional.
El presidente de la Junta de Coordinación Política, Jorge Romero, confirmó el acuerdo para dar un espacio institucional a la representación del Ejecutivo, con la condición de que el Congreso tenga la última palabra en el acto.
“Quienes no somos del oficialismo, aspiramos a que sea un mensaje institucional; eso es lo que estamos ofreciendo, institucionalidad total, y ojalá también lo recibamos, estamos seguros que así será y que después de un mensaje institucional por parte de quien representa al Poder Ejecutivo, habrá un mensaje institucional por parte de quien presida la Mesa Directiva”, remarcó.
En una sesión preparatoria, el pleno de la Cámara de Diputados también eligió a varias diputadas para ocupar cargos en la Mesa Directiva. Karla Yuritzi Almazán, de Morena; Joanna Felipe Torres, del PAN; y Blanca Alcalá, del PRI, fueron seleccionadas como vicepresidentas de la Mesa.
Además, Brenda Espinoza, de Morena; Diana Gutiérrez, del PAN; Fuensanta Guerrero, del PRI; Nayeli Fernández, del Partido Verde Ecologista de México; Jessica Ortega, de Movimiento Ciudadano; Olga Luz Espinosa, del PRD; y Pedro Vázquez, del Partido del Trabajo, ocuparán las secretarías en la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
En cuanto al Senado, Ana Lilia Rivera, miembro de Morena, fue elegida como presidenta para el último año de la LXV Legislatura en una votación que obtuvo 75 votos a favor de los 101 legisladores presentes en la sesión (de un total de 128). Los vicepresidentes seleccionados fueron Sergio Pérez, de Morena; Alejandra Reynoso, del PAN; y Verónica Camino, de Movimiento Ciudadano. Los secretarios de la Mesa Directiva serán Claudia Anaya, del PRI; Martha Márquez, del Partido del Trabajo; y las morenistas Verónica Camino y Claudia Balderas.
Es importante destacar que Ana Lilia Rivera es la primera tlaxcalteca en asumir el cargo de presidenta del Senado. En su declaración, expresó que considera un honor dignificar y reivindicar a través de su labor legislativa al pueblo trabajador, valiente y luchador de Tlaxcala.
“Hoy las mujeres tenemos un papel tan importante y definitorio en esta etapa de transformación de nuestro país, y por eso, me llena de orgullo ser la mujer y legisladora que presida los trabajos durante este último año de la legislatura de la paridad”.
Ana Lilia Rivera, elegida por los senadores de Morena y sus aliados, enfatizó que llegaba a su nuevo cargo con independencia y el respaldo de votos honestos de sus compañeros. También adelantó su disposición para trabajar con todos los grupos, incluyendo a la oposición.
En sus palabras, destacó que había ganado la votación debido a su trayectoria y al esfuerzo que ha puesto en su carrera política. Subrayó que nunca ha recibido regalos y que su elección se basa en la confianza de sus colegas, lo que la habilita para ser una presidenta que sirva al Senado, a la institución y al movimiento de transformación al que pertenecen.
Además, subrayó que no tiene la intención de formar grupos o facciones, sino que está comprometida en servir a la nación. De manera enfática, aclaró que no se acercó a ningún compañero para solicitar su voto en función de alguna aspiración presidencial o de coordinación en el movimiento de la 4T. Su objetivo es mantener la calidad moral que representa tanto para ella como para sus colegas.